Para sacar ideas en su trabajo, los arquitectos a menudo recurren a sitios web con fotos de nuevos edificios rebosantes de glamour. Sería mejor si dieran un paseo por un bosque. Como señala Freed, “El mundo es fascinante. Si los diseñadores abriéramos los ojos, encontraríamos inspiración en todas partes; y no en plan hippie, sino de una manera perfectamente tangible y práctica”. Pensemos en la forma. Hay infinidad de modos de incorporar formas naturales en un edificio: podemos modelar columnas a partir de árboles, por ejemplo, o usar motivos botánicos en tejidos y revestimientos de paredes.
La biofilia, o afinidad innata de los seres humanos con la naturaleza, es una razón más que convincente para dar este salto. Para la sede de casi 20 000 metros cuadrados de Etsy en Brooklyn, Nueva York, el diseño biofílico fue un componente clave de la estrategia de la firma de arquitectura y diseño Gensler, encaminada a promover el bienestar, la salud y la productividad de los empleados. En este proyecto, el equipo llenó el espacio de vegetación, encargó obras de arte con temas botánicos y minimizó el uso de paredes lisas y ángulos rectos para emular las irregularidades que se encuentran en el entorno natural. Según Freed, una forma sencilla de incorporar la naturaleza a los proyectos es estudiar detenidamente las propiedades únicas de cada sitio: el terreno circundante, la trayectoria que sigue el sol, el clima, la flora y la fauna. Algunos de estos elementos se pueden poner en primer plano en la arquitectura. “Una cosa que hago habitualmente cuando queremos integrar el edificio en el sitio es ir a recoger muestras: hojas, piedras, flores, etcétera. —explica Freed—. Las documentamos, escaneamos, ajustamos el color y las guardamos en un repositorio del emplazamiento”.
Esta estrategia de diseño se hace eco de la lógica propia de la naturaleza. Los organismos evolucionan en respuesta a las condiciones de su entorno, y la arquitectura debería hacerlo también, afirma. “Es lo que Frank Lloyd Wright solía describir como arquitectura orgánica. Ese proceso creativo de ‘no venimos con una forma preconcebida, sino que formamos parte de la comunidad y trabajamos en armonía con lo que nos rodea’. ¿Cómo puede inspirarnos la naturaleza en general (y el lugar en particular) para llegar a formas que nunca habríamos imaginado?”.