Skip to main content

Las casas modulares de bambú que podrían poner freno a la crisis filipina de vivienda

bamboo modular homes cubo

La economía de Filipinas está experimentando uno de los crecimientos más rápidos del Sureste Asiático. Pero con un proceso de urbanización en alza, se avecina una crisis de vivienda: de una población que supera los 100 millones de habitantes, se calcula que hay 4,5 millones sin hogar, 3 de ellos en Manila, la capital. Si no se le hace frente, esta escasez de viviendas podría afectar hasta a 12 millones en 2030.

CUBO, una start-up local, busca invertir esta tendencia con sus casas modulares de bambú. Estas pequeñas viviendas se prestan a una construcción rápida, pues solo lleva una semana fabricarlas fuera de obra y apenas cuatro horas para ensamblarlas en el terreno.

Su fundador, Earl Patrick Forlales, se inspiró en una construcción nativa de Filipinas conocida como bahay kubo, con una estructura similar a la de una cabaña, típica de las áreas rurales y los pueblos del país. Consiste en una cubierta muy inclinada construida a partir de fibras de palmera nipa, pilotes de madera dura y listones de bambú que forman las paredes y el suelo.

bamboo modular homes cubo model
Las casas modulares de bambú de CUBO se pueden ensamblar en cuatro horas en obra. Gentileza de CUBO.

“Es un proyecto al que le tengo mucho cariño porque yo me crie en una bahay kubo —cuenta Forlales—. Cuando mi madre se iba a trabajar, me dejaba en casa de mis abuelos. Tenían una bahay kubo, una vivienda simple y funcional. Pasé allí casi toda mi infancia”.

Forlales se sirvió de este diseño, avalado por años de historia, como punto de partida para desarrollar el concepto CUBO, que considera una solución apta para el problema de escasez de viviendas urbanas que sufre el país. CUBO utiliza bambú, un material abundante en Filipinas, para construir casas. La planta crece rápido, a un ritmo de un metro al día. Tiene una fuerza de compresión mayor que la del hormigón y una resistencia a la tracción comparable a la del acero, y es más ligero que ambos materiales. Además, los cultivos de bambú producen un aire más limpio, pues suministran 35 % más oxígeno y absorben 40 % más dióxido de carbono que los árboles.

“Lo que queremos demostrar es que el bambú ha dejado de ser un material solo apto para viviendas rurales o agrícolas, que también puede ser adecuado para las ciudades —explica Forlales—. Estamos intentando alejarnos de la idea de que el bambú no dura o que no sirve para construir viviendas permanentes”.

camboo modular homes cubo interior
Interior de una casa modular CUBO. Gentileza de CUBO.

El material utilizado por CUBO es un “bambú de ingeniería”: está tratado y laminado para prolongar su vida útil, luego se procesa para fabricar contrachapado y madera dimensional. La empresa externaliza los procesos de tratado y laminado del bambú, mientras que de los paneles prefabricados se encarga una fábrica.

Diseñadas en Fusion 360 e Inventor de Autodesk, las viviendas CUBO están disponibles en modelos de 14 y 28 metros cuadrados, en las configuraciones básica, prefabricada y totalmente amueblada. La configuración básica contiene un armazón con lo esencial (suelo, techo, paredes, tejado, tuberías e instalación eléctrica); la prefabricada incluye puertas, ventanas y equipamiento de cocina y baño; la tercera configuración incluye el mobiliario.

Además de construir viviendas individuales, la empresa también fomenta las residencias comunitarias: un modelo a mayor escala diseñado con Revit de Autodesk. Las viviendas comunitarias de CUBO consisten en 24 casas unifamiliares con instalaciones compartidas, como baños comunales y cocinas. “Al construir viviendas comunitarias, podríamos reducir aún más el coste que supone para la gente adquirir una casa”, indica Forlales.

bamboo modular homes community kitchen cubo
Representación de una cocina comunitaria construida en bambú. Gentileza de CUBO.

Las casas modulares de CUBO cuestan actualmente entre 300 y 500 dólares por metro cuadrado, pero la start-up se propone reducir ese coste a 200 por metro cuadrado en los próximos cinco años. “El hecho de que sea asequible es el resultado de esta tendencia hacia un material más sostenible —afirma Forlales—. El bambú es un material sostenible, y nosotros favorecemos la sostenibilidad en la construcción”.

Entre otros elementos sostenibles también se incluyen los tejados inclinados que recogen el agua de lluvia y reducen la acumulación del calor, o los pilotes elevados que previenen la entrada del agua en caso de inundación.

Forlales ganó en 2018 el premio internacional Cities for Our Future de la Real Institución de Tasadores Colegiados (RICS, por sus siglas en inglés). Recibió 50 000 libras (unos 58 000 euros) en fondos para su solución de viviendas modulares. “El concurso trataba de querer hacer algo positivo, y eso es algo que me prometí que haría por los demás —cuenta—. Sabía que si podía hacer algo que tuviera un impacto directo en las vidas de la gente, sería feliz haciéndolo. No sabía que terminaría siendo viviendas sostenibles, pero me alegro de que haya resultado ser así”.

La start-up ha pasado por las fases de prueba de concepto y prototipo, y actualmente se prepara para el lanzamiento. En los próximos cinco años, CUBO tiene la intención de producir 10 000 casas por todo el país. Forlales espera poder llevar este modelo de vivienda a cualquier lugar en el que crezca el bambú, África, India y otros países del Sureste Asiático incluidos.

Forlales se halla en conversaciones con la Organización Mundial de la Salud acerca de la creación de modelos sostenibles de viviendas que puedan utilizarse en Kenia para mantener la malaria alejada de los hogares. También ha despertado el interés de empresas de India que buscan fabricar sus propias casas CUBO a nivel local. Forlales está considerando la posibilidad de conceder licencias para la construcción de modelos CUBO y así ampliar su presencia lo más rápido posible.

“Hay mucha demanda, y el objetivo de CUBO es que haya más casas sostenibles en las próximas décadas. Con el hormigón o el acero simplemente no vemos ese futuro. El futuro que vemos se construye con bambú”.

Acerca de

Rina Diane Caballar es una redactora independiente residente en Wellington, Nueva Zelanda. Su trabajo ha aparecido en publicaciones como BBC Travel, The Atlantic, Quartz y CityLab, entre otras.

Profile Photo of Rina Diane Caballar - ES